El ministro de Emergencia Nacional, Joaquín Roa, habló sobre las dificultades de su trabajo al asistir cada año a miles de familias afectadas por la inundación. Uno de sus principales problemas es la reubicación ya que los afectados no se quieren ir más lejos de 1 a 1,5 kilómetros de la zona que abandona.
Es este obstáculo lo que les cuesta llevar un plan para movilizar a los damnificados. «Con el municipio de Asunción, buscamos terrenos para que las personas vayan en tiempos de emergencia. A nosotros nos dicen: «No nos queremos ir porque nos queda lejos», explicó.
Dio un ejemplo claro sobre un predio en la zona del Puerto de Asunción, años atrás, en donde se preparó carpas gracias a la donación de una fundación japonesa. Las instalaciones podrían haber albergado 1.000 familias, pero solo se presentaron dos.
Para paliar esta situación cíclica, que se repite a veces más de una vez al año, mencionó que es necesario ejecutar políticas integrales, tal es el caso del proyecto del Barrio San Francisco. También es necesario impedir que las personas se asenten en áreas que no pueden ser habitables, como los bañados y otras zonas costeras.