La población campesina cada año desciende porque se mudan a ciudades, de acuerdo a lo que se ve en los censos. En los estudios del 2002 y 2012 se constató que de cada 100 paraguayos, 35 pertenecen a las zonas rurales y el resto a la urbe.
El sociólogo José Carlos Rodríguez atribuye este hecho a las aparentes mejores condiciones de vida que ofrecen las ciudades, así como la falta de oportunidades y la desidia de los gobiernos.
«Si vienen a la ciudad es porque les falta trabajo e ingresos. En medio hay mucho sufrimiento de las personas (…) Además, disminuyó dramáticamente la inversión del Estado para el campesinado», explicó el profesional.
Es por eso que familias de comunidades se movilizan bajo esa ilusión de vivir en una zona para mejorar las condiciones de vida, sin embargo, cuando desembarcan por los espacios urbanizados se dan cuenta que el sistema no da abasto para brindar oportunidades a todas las personas. Es así que posteriormente surgen otros problemas como las villas, ocupaciones, asentamientos, precariedades e insalubridad.