A raíz de las inundaciones múltiples familias abandonaron sus hogares y los niños también abandonaron sus escuelas. Ahora acuden a clases en carpas improvisadas en el barro, que hacen de aulas móviles, una opción desesperada para al menos seguir estudiando.
No obstante, los pequeños de Falcón y la zona de Chaco’i, que están bajo agua, necesitan zapatos, abrigos y la merienda escolar. Además, las familias afectadas también solicitan mayor asistencia en el área de salud.