La CEP por medio de un comunicado expresó su dolor, indignación e impotencia por la masacre en la Cárcel de San Pedro, ocurrida el domingo. «Condenamos y repudiamos estos crímenes ejecutados con saña, crueldad y brutalidad», refirieron.
Según la Iglesia, estos hechos ponen en evidencia la precariedad en el sistema penitenciario en el país que en su totalidad presentan índices de sobrepoblación.
Entre los factores que detectaron se encuentran un marco legal que favorece a la reclusión preventiva de los sospechosos, provocando los altos porcentajes de recluidos sin condena. De esta forma, «se pueden cometer injusticias contra inocentes que no reúnen méritos para estar en cárceles, llevando la situación de hacinamiento de las cárceles en condiciones inhumanas», acotaron.
También incide la justicia burocrática, lenta y costosa que no agiliza los procesos de absolución o condena. Además, el personal en estos establecimientos es insuficiente, así como no hay penitenciarías que se diferencien de otras con el fin de excluir a los grupos de alto peligro de aquellos sospechosos por hechos punibles menos gravosos.
Ante todo esto, la Iglesia exhorta a los gobernantes que adopten medidas urgentes para evaluar el panorama en las cárceles del país, separen a los reos vinculados al crimen organizado de otros reclusos que están en el sitio por delitos comunes y que declaren en emergencia el sistema penitenciario para impulsar reformas legales, institucionales y presupuestarias.
«El colapso del sistema es de larga data, fue expuesto por la prensa y organismos de derechos humanos, pero no recibió la atención y reacción adecuada (…) Esta es una dolorosa oportunidad de tener en cuenta e impulsar las reformas profundas que requiere la situación con el fin de cumplir con la misión de resguardar a la sociedad y reinsertar a los reclusos a la vida social, conforme a su dignidad», refirieron.