En un principio, los Diputados habían modificando el proyecto y propusieron que las personas que se dedican a esta actividad cobren solo el 70 por ciento del sueldo mínimo, luego el Senado se ratificó en su proyecto original que finalmente terminó aceptando la Cámara Baja.
Durante la sesión hubo posiciones divididas, ya que algunos afirmaban que este cambio desestabilizaría la economía de miles de familias que pagan a una persona por las labores domésticas, y que en la mayoría de los casos también solo cobran el salario mínimo, y por ende, les sería muy difícil cumplir con la nueva escala salarial.
Por otro lado, también dijeron que con esta ley terminaría la discriminación salarial a este sector de los trabajadores. Dicho punto pesó a la hora de la votación, por lo que de ahora en más las trabajadoras domésticas y los trabajadores como jardineros, entre otros rubros similares, deberán percibir G. 2.100.000 mensuales.