Sin dudas son un ejemplo a seguir por los taxistas paraguayos, que en lugar de utilizar la inteligencia están causando disturbios, buscando presionar a las autoridades para sacar del mercado los servicios de Uber y MUV, como ocurrió en varios países de la región.
En Japón pasó desapercibida la llegada de Uber, que no pudo competir con la alta calidad de los taxis del país. Así, sin necesidad de movilización alguna, dejaron fuera del mercado a la aplicación en solo un par de meses.
Todo radica en los estrictos estándares para las empresas que prestan el servicio, cuyos móviles se encuentran en impecables condiciones, más allá de los años de antigüedad, inclusive con puertas automáticas, y la cordialidad de los conductores son de otro mundo.
– Capacitación diaria y mejora en la calidad del trato al cliente.
– Limpieza constante del vehículo. Se realiza de forma diaria.
– Aire ozonizado dentro del vehículo, que es requerido para contrarrestar el nivel de contaminación externo.
– Mantenimiento requerido del móvil, imprescindible para ser autorizado a operar.
– Unidades especiales para transporte de personas con discapacidad.
– Servicio especializado para embarazadas con personal capacitado. Incluso el parto debería ser brindado por toda empresa de taxi de Japón.
– Todos los taxistas están registrados y deben vestir elegantemente para representar el servicio de alta calidad.