De acuerdo a la institución, al dormir la luz altera la melatonina que es la responsable de reparar física y mentalmente al cuerpo mientras uno descansa y cuando esta hormona no se produce, sube el nivel de azúcar, así como la presión arterial. Esto, predispone que una persona suba de peso (4 a 5 kilos al año) y pueda padecer infarto o derrame cerebral o mayor incidencia de cáncer.
El ritmo circadiano es el cambio físico, mental y conductual con relación al ciclo diario. Esto responde a la luz y a la oscuridad, y gracias a esto, el organismo está acostumbrado a dormir de noche y estar despierto de día.
«La “disfunción de ritmo circadiano” puede afectar el sueño, la temperatura, las hormonas, el apetito y otras funciones del cuerpo. Y los ritmos circadianos anormales a veces se relacionan con la obesidad, la diabetes, la depresión y los trastornos del sueño, como el insomnio», refiere el Ministerio de Salud.
A esto se añade la importancia de dormir adecuadamente: 8 a 9 horas de seguido. Además sugieren dormir sin mirar el celular. «Hay que acostarse y apagar la luz totalmente. El televisor en el dormitorio tampoco se recomienda, ni la computadora, ni tablets. Los rayos electromagnéticos también alteran la neuroquímica cerebral», continúa el ente.
Ni siquiera, si uno se levanta a la madrugada para ir al baño, se deben prender luces led ya que corta la producción de melatonina. Se aconseja usar luz tenue al respecto.