Aproximadamente a las 6:00 de la mañana, hora local, un hombre abordó el bus cargado con bidones de gasolina, amenazando a los pasajeros con prenderles fuego si no obedecían lo que él disponía.
El hombre ordenó al chofer dejar el autobús en medio del puente Río-Niterói, que cruza la bahía de Guanabara, en el estado de Río de Janeiro.
El delincuente, que se identificó como policía militar, fue baleado por la Policía de Élite del Brasil, quedando en libertad así los 37 pasajeros.