Los productores de tomate de Caaguazú habían llegado a un acuerdo este miércoles con el ministro de Agricultura y Ganadería, Denis Lichi, quien les propuso a los mismos el pago de G. 2.500 por cada kilo de tomate puesto en la capital del país, para la venta a supermercados, asimismo, el traslado estaría a cargo de la institución, propuesta que agradó a los manifestantes.
Sin embargo, la calma duró muy poco tiempo, ya que el pacto se rompió luego de que los funcionarios de la Dirección de Comercialización del MAG se comprometieran a movilizar un tope de 10 toneladas de producto, mientras que los labriegos tenían la expectativa de trasladar alrededor de 250 toneladas.
Tras el desacuerdo, alrededor de las 15:00 horas, los productores inmediatamente volvieron a protestar al respecto. Afortunadamente, representantes del Gobierno lograron conversar nuevamente con los líderes y se garantizó la venta total de la producción, por lo que las protestas quedaron desactivadas. Los labriegos abandonaron la Ruta 2 y volvieron a sus fincas.
Los tomateros se manifiestan porque están trabajando a pérdida debido al imperante contrabando, que si bien está en la agenda los controles y procedimientos, no son suficientes para que los labriegos saquen ganancias de su labor.