El brutal asalto se produjo en el kilómetro 18 de la Ruta Mariscal Estigarribia, Capiatá, cuando un transportador de caudales estaba por depositar el dinero en un cajero automático situado en el predio de una fábrica.
Un grupo de hombres fuertemente armados, protagonizaron una infernal balacera con los guardias de la empresa privada. Al menos cinco eran los delincuentes armados y encapuchados que perpetraron el asalto y se dieron a la fuga en un vehículo de color blanco.
Uno de los trabajadores, Pedro Velázquez, de 63 años, falleció en el Hospital de Calle’i, de San Lorenzo, producto del enfrentamiento.
Los malvivientes lograron alzarse con G. 550 millones.