Este año se postularon casi 9.000 jóvenes para ingresar a la Policía Nacional. 5.000 más que en el 2018. Se habilitaron 130 plazas para oficiales y para los suboficiales aumentaron el número de 500 a 2.000.
“Aumentó por la oportunidad que se está dando luego de que se amplíe el cupo. También es una opción laboral muy válida, más allá de que el joven pueda tener vocación de servicio. Es una profesión que otorga estabilidad y seguridad laboral” afirmó el comisario Víctor Balbuena, director general de la ISEPOL, Instituto Superior de Educación Policial.
A partir de la ampliación para esta institución, se necesitará incrementar la cantidad de docentes. “Vamos a llamar a concurso para aproximadamente 500 docentes” continuó Balbuena.
Un dato interesante es que para finales del 2020, egresarán 2.000 suboficiales que irán directamente a las calles. A partir de esta promoción cada cuatro años ocurrirá un suceso similar. Balbuena explicó que es ínfima la cantidad de jóvenes que ingresan y no terminan la carrera.
Ante la consulta sobre los riesgos de la profesión, el director respondió que todas las profesiones tienen un grado de peligrosidad que debe ser evaluado por el postulante.
Ahora culminó el examen sicotécnico, que dará paso al examen médico, luego al física y por último a un examen intelectual.
Las opciones que tienen los jóvenes como suboficiales son las especialidades de seguridad pública, seguridad urbana y turística u operaciones tácticas conocidas como los cascos azules.
Quienes se postulen para oficiales pueden llegar hasta el grado de Comisario General el cual es una carrera que dura cuatro años.
Un requisito primordial es la edad. Las personas que quieren ser oficiales deben tener entre 18 años cumplidos a 22 años, mientras que para ser suboficial entre 18 a 25 años de edad.