Intentó suicidarse, superó la crisis y ahora es sicólogo

Intentó suicidarse, superó la crisis y ahora es sicólogo
Foto: Referencia - http://asapme.org

Luis Guillén es un sicólogo clínico que intentó suicidarse. “Al dia siguiente de mi intento de suicidio yo estaba peor porque estaba ciego, en cama, perdí muchísimas cosas», inició su relato.

El apoyo de la familia es muy importante para salir adelante en estos casos de depresión. “Mi familia jamás me trató como discapacitado y me ayudó a acercarme nuevamente a Dios. La realidad de aceptar mi ceguera puede ser una discapacidad, pero yo la tengo como virtud”.

Sugirió que lo fundamental ante estos casos es proponerse metas a corto, mediano y largo plazo. Guillén siguió estudiando; es un profesional autónomo. Logró formar su vida como cualquier ciudadano, se casó y formó una familia. Afirma que se despierta con una meta nueva y una motivación tanto externa como interna.

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“Uno tiene que luchar, buscar ayuda. Uno solo no puede y tiene que involucrar a todas las personas de su alrededor”. Esto último es imprescindible para los amigos y familiares que deben escuchar por las personas con ideas suicidas que necesitan hablar y ser orientados a otra alternativa que no sea la autoeliminación.

El suicida tiene un motivo; para el entorno capaz sea algo mínimo pero para esa persona es algo importante, entonces hay que ponerse en su lugar, no reprendiéndole.

Para prevenirlo se necesita una política estatal

“No hay una campaña de concienciación a nivel integral. No solo debería involucrar al Ministerio de Salud sino también a Educación o a otras instituciones encargadas de la formación del ciudadano. Debería ser una política pública. La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino también el estilo de vida, la calidad de vida, ambiente saludable, lugar de esparcimiento, pero para eso no hay una política de Estado”, expresó Guillén.

Lo preocupante, de acuerdo a lo que se observa en las estadísticas de Salud, es que está bajando la edad de la población que toma esta trágica decisión. Hoy en día se registran estos hechos en personas de 14 a 29 años, con mayor frecuencia. Por su parte, el índice de depresión, el trastorno de la personalidad y la bipolaridad están en aumento.

“Los motivos son diversos, situaciones como los divorcios, padres que viajan, problemas económicos, violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción; todo esto son disparadores de una conducta suicida. Los jóvenes son los más vulnerables ya que no manejan muchos recursos. La situación económica no favorece y se le agrega la falta de empleo, el crecimiento de la delincuencia, de la violencia. Eso se refleja en la realidad de nuestro país”, finalizó.