Más de 300 policías, entre efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y antimotines llegaron este viernes hasta el penal de Encarnación para realizar una requisa con el fin de desarmar por completo a los reclusos.
La medida se debe a que no están dadas las condiciones de seguridad dentro del penal. Incluso, el médico forense, Guido Garay, quien fue enviado este viernes por la Dirección de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a inspeccionar a los internos del PCC que intentaron fugarse, tuvo que retirarse del lugar, debido a la peligrosidad.
Las autoridades presumen que los reos cuentan con diversas armas por lo que se realiza el cateo. Tras la llegada de la Policía Nacional para el operativo se escucharon disparos de balines de gomas que, aparentemente, fueron intimidatorios.
Al menos 1.228 internos se encuentran dentro del penal de Encarnación. De los cuales, 92 serían miembros del PCC y se los considera altamente peligrosos.