Héctor Acosta salió de su casa rumbo al trabajo y cuando pasó por la avenida Acceso Sur, en la zona de Colonia Thompson, se topó con una escena que no podía creer.
Un niño de aproximadamente 12 años se encontraba en el habitáculo del motor de un bus del transporte público de la línea 18.
Aparentemente, el ómnibus sufría de desperfectos mecánicos y al pequeño se le encomendó la tarea de ‘acelerador’, exponiéndose a numerosos peligros.