La cooperación internacional, para lo que sirve, es poner en el debate el tema dice la economista Verónica Serafini. “El modelo económico paraguayo y las politicas económicas son las que van a cambiar las vidas de las mujeres”.
Se necesita que el crecimiento sea inclusivo tanto para hombres y para mujeres, y que las instituciones no discriminen. Las mujeres tienen menos cobertura de la política agropecuaria, no cuentan con seguro agroclimático, tampoco existe una política crediticia y no hay control del contrabando. “No tienen servicio de cuidado para que puedan trabajar más tiempo y en mejores condiciones. Hay factores estructurales que Paraguay debe resolver para que un proyecto funcione”, según Serafini.
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Algunas organizaciones se dedican a trabajar proyectos que buscan eliminar la desigual como Fundación Capital, su coordinadora de proyectos Laura Morínigo apunta a que el empoderamiento económico se trabaje desde el ámbito interno y personal de la mujer y se desarrolle cuando el mercado ofrece condiciones y oportunidades para impactar a nivel social.
“Si bien en los últimos años en el mercado emprendedor se observó una mayor presencia de mujeres con emprendimientos propios, siguen existiendo dificultades para el acceso a créditos dirigidos emprendimientos y MIPYMES teniendo como causas principales la falta de historial crediticio requerido por las entidades, la titularidad o propiedad de bienes en su mayoría a nombre de los hombres. Falta información sobre estas ofertas”, afirmó Morínigo.
Algunas acciones permiten ampliar la oferta de oportunidades en el sistema financiero como el diseño de productos como cuentas de ahorro, líneas de crédito y otros dirigidos especialmente a mujeres.
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“Es necesario que estas iniciativas y esfuerzos en pos de la igualdad de oportunidades sean parte de un mismo plan o un sistema integral donde todos los actores: públicos, privados, sociedad civil y la ciudadanía en general formen parte y compartan una misma visión y objetivo. El Estado, a través de políticas públicas, debería crear un marco en el cual existan mayores oportunidades para aumentar el acceso y aporte de la mujeres a nivel económico y de representación pública y con el cual todos los actores involucrados podamos colaborar con iniciativas de impacto real y con resultados positivos para el país” continuó la coordinadora de la ONG.
Para ella existe aún una brecha de género importante en los niveles de empleo, lo que recpercute tanto en el desarrollo de la autonomía económica de las mujeres como en el desarrollo económico del país. Coincidiendo con la economista Serafini, Morínigo refiere que una de las barreras que va cobrando mayor visibilidad es la mayor carga de responsabilidad relacionadas a tareas domésticas y de cuidado sobre las mujeres que limita sus oportunidades económicas y de formación.
Ivanka Trump, hija y asesora del presidente de Estados Unidos @realDonaldTrump, visita Paraguay.#NPY #NosConecta pic.twitter.com/u1dokuYYRO
— NPY Oficial (@npyoficial) September 5, 2019
Datos 2019 de la DGEEC
De acuerdo a los últimos datos del censo de cada 10 hombres, 8 integran la fuerza laboral, mientras que de cada 10 mujeres aproximadamente 6 forman parte de la misma. Las mujeres son las más afectadas por el desempleo. En cuanto a cargos directivos, presenta una brecha aproximada de 21 puntos porcentuales a favor de los hombres.
El ingreso promedio mensual de los hombres es de G. 2.674.000 y el de las mujeres es de G. 2.005.000, demostrando una diferencia de G. 669.000 más para los hombres. En cuanto al trabajo independiente, los hombres ganan G. 1.092.000 más que las mujeres.