Ruth Almada fue la única sobreviviente del asesinato de Pablo Medina y Antonia, cinco años atrás en un camino vecinal de Villa Ygatimí.
«Para nosotros nunca va ser igual», reflexionó Ruth.
Actualmente trata de evitar hablar públicamente sobre el hecho. Se cuida mucho y vive con temor.
“Hay muchas cosas que no puedo hacer porque está en juego la vida de mis hermanos y de mi familia. No puedo hacer casi nada”. Con este peso, trata de vivir de la mejor manera posible.
“Y la vida sigue. ¿Qué vamos a hacer? Lo que pasó ya pasó. Seguimos adelante y esperamos que la gente no haga mal a nadie” continuó.
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De lo ocurrido o de la investigación evitó hablar. Prefiere seguir de manera anónima en su vida. Agradeció recordar a su hermana y espera un día volver a vivir sin miedo.
La mamá de Antonia, la señora Teresa, por su parte, recordó a su hija como una princesa. Antonia fue la penúltima de sus cinco hijos.
Cada año la familia organiza un novenario donde invitan a los niños a participar en homenaje a Antonia, ya que a ella le gustaban los pequeños.
“Lo hago para alegrarla un poco. Ella enseñaba en la Iglesia a los niños”.
Cada 16 de octubre la familia Almada se reúne. “Cuando la vida nos separa de un ser querido recordarla con sonrisa es la mejor manera”, finalizó la madre.
El caso que enlutó al país
En el 2014, pasada las 14:00 en el distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, Pablo Medina, Antonia y su hermana terminaron una cobertura y en medio del camino fueron detenidos por una falsa barrera.
El ejecutor, según la investigación fiscal, fue Wilson Acosta Marquez alias “Milico”, hermano de Vilmar ‘Neneco’ Acosta, exintendente de Ypejhú. Disimuló ser militar y por medio de señas detuvo la camioneta. Preguntó en guaraní si se trataba de Pablo Medina y abrió fuego con una escopeta calibre 12. Sigue prófugo y se sospecha estaría en Brasil.
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Flavio Acosta Riveros, sobrino de Vilmar y Wilson fue la otra persona que acribilló la camioneta con una pistola calibre 9 milímetros. Fue apresado en Pato Branco, Brasil, en el año 2016. Se encuentra en la cárcel de Foz de Yguazú. En el vecino país se realizará su juicio porque tiene la nacionalidad brasileña.
Vilmar Acosta Marquez, alias “Neneco”, fue condenado a 30 años de cárcel más nueve años como medida de seguridad en el año 2017 por ordenar y coordinar por teléfono el atentado contra el corresponsal del Diario ABC Color.
También fue condenado a cinco años de cárcel Arnaldo Javier Cabrera López, alias “Tapicero”, chofer de Vilmar, por omisión de dar aviso de un hecho punible debido a que desde su teléfono, Neneco coordinó la ejecución. Ya cumplió sus cinco años de condena. Estuvo preso en la Agrupación Especializada.