La deuda pendiente con los niños en adopción

La deuda pendiente con los niños en adopción

Acortar los plazos, agilizar el trámite judicial y dar a la familia acogedora la posibilidad de postularse si desea, son algunas modificaciones que se pretende con el proyecto de Ley de Adopciones que se podría tratar este jueves en el Senado. Desirée Masi del PDP, con el asesoramiento de la Dra. Diana Vargas, trabajan en cada articulo del proyecto. Se pretende que cada paso sea conveniente para el niño.

Aquí lo importante es que se mantenga con la familia o algún familiar. Por ello se establece lineamientos de apoyos a las familias para prevenir la separación. En esta primera etapa el primer paso es la búsqueda y localización de la familia: el plazo se reduce a 45 días. Actualmente se establece 90 días, tiempo que va en detrimento del niño, ya que generalmente no se cumplen los tiempos, llegando a posponerse incluso más.

Se introduce el cambio también en el tiempo del mantenimiento del vínculo que hoy es de 45 días, en la iniciativa se amplía a 90 días ya que es un paso fundamental para el niño que fortalezca vínculos que quizá en un mes y medio no se consoliden. Esto además responde al objetivo de agotar los esfuerzos para fortalecer a la familia poniéndole en contacto con las redes de servicios estatales de acuerdo a lo que necesiten.

Si el informe del equipo técnico recomienda la reintegración familiar, se establece un plazo de tres días para que el defensor requiera una audiencia y en la misma, con presencia de la Fiscalía y la familia, se establezca al equipo técnico que hará el seguimiento del caso.

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“Se hace una prelación, primero. Si se tiene que separar de su familia nuclear, que vaya en lo posible con su familia ampliada. Si no es posible esto, con su entorno afectivo cercano, docente, vecina, madrina, y si esto no es factible con una familia acogedora acreditada” mencionó la Dra. Vargas.

Ahora bien, si el equipo técnico decreta que no es conveniente para el niño la reintegración en su familia, el proyecto establece que en el mismo expediente se disponga la pérdida de la patria potestad. Con la normativa vigente se requiere iniciar un nuevo juicio de cero. “Tres juicios tenemos hoy, primero el de la medida cautelar (para ir a guarda o abrigo), el segundo es el de la pérdida de potested (no vuelve con su familia) y el tercero es el inicio del estado de adopción” aclaró la asesora.

Así empiezan las demoras burocráticas durante el proceso.

Otra novedad en el proyecto, comentó la abogada, se presenta directamente la pérdida de patria potestad cuando un niño está en situación de abandono o cuando los padres no lo reconocen. Esto sin juicio previo con el argumento de que no hubo reconocimiento voluntario.

Con este proyecto también se pretende unificar el expediente para evitar la burocracia y contar con un único registro donde el niño o la niña pueda encontrar todo su historial. “Si no se inicia en ese mismo juzgado o en ese mismo expediente, se hace un cambio de carátula y se inicia la pérdida. No se empieza de cero, es una continuación” aclaro la profesional. La propuesta es abreviar los plazos, que las audiencias sean orales y se agilicen los trámites.

Equipo técnico y presupuesto

Cuando el trabajador social, el psicólogo evalúa a una familia no debe concentrar su atención en la estructura del lugar. Esto no es un proceso forense sino un proceso terapéutico donde el equipo acompaña e intenta fortalecer a la familia. “Los equipos técnicos en procesos de niñez son los más importantes” dijo la entrevistada.

Ese equipo debe ser lo suficiente en cantidad y calidad para ir acompañando y preparando el acogimiento. Explicó Diana Vargas que hoy está previsto que sea el Poder Judicial el intermediario según el Código de la Niñez, pero en la práctica nunca se hicieron cargo, así comenzó la Dirección de Protección Especial (Diproe) del Ministerio de la Niñez a asumir ese rol.

“Y lo que hizo eso es que el Poder Judicial se desligue todavía más”, explicó.

El Poder Judicial tiene un enfoque forense y sería bueno que se le saque esa función, al parecer de Vargas. Además, es importante mejorar la asignación de recursos. La senadora Masi está conversando con el Ministro de Hacienda buscando donde reasignar los fondos.

Sin recursos vamos a estar en lo mismo. Sin una asignación que permitan tener recursos formados y en cantidad suficiente va a ser letra muerta”, acotó.

Incorporar a la familia acogedora como postulante

El proyecto establece que la familia acogedora puede ser evaluada. “No se evalúa porque la familia quiere; se evalúa porque el niño tiene vínculos con esa familia”. Se aclara que la evaluación se realiza desde el enfoque del niño, es decir si esa familia es lo que el niño necesita como familia definitiva.

Dentro de las modificaciones se incorpora que el Centro de Adopciones deberá consultar a la familia acogedora si tiene deseo de adoptar y en caso que sea afirmativo deberá enviar el expediente al consejo de adopciones y entonces ingresará a la terna.

“Hay una falsa creencia de que todas las familias pueden adoptar. No es tan así. Se abre la posibilidad de que siempre y cuando eso sea lo mejor para el niño” afirma la asesora.

Un ejemplo extremo según detalló Vargas, es que el niño tiene una enfermedad neurológica. Es muy querido por su familia acogedora pero esta se encuentra en proceso de separación o no tiene tiempo para el cuidado de este niño, sin embargo, en la lista de postulantes están esperando una pareja de médicos que podrá atender mejor al niño, o quizás una pareja de jubilados que tendrán el tiempo necesario para darle un buena vida a la criatura. Son por estas circunstancias que la asesora defiende la consulta y no la obligación para la familia acogedora de ser parte de la terna de postulantes. Ahí nuevamente se presenta otro problema emocional para quienes acogen al niño.

Este proceso no tendría que ser doloroso para ninguna de las tres partes (acogida, niño o niña y postulante), finalizó Vargas.