Cuando el lago Ypacaraí era azul

Cuando el lago Ypacaraí era azul
Fotos: Facebook - Paraguay de Antaño

Según la leyenda, en los orígenes del lago Ypacaraí aparece Fray Luis de Bolaños. La sequía azotó los años 1603, cuando la zona contaba con un solo manantial de agua para la población.

Ese recurso natural de gran valor para ese tiempo era custodiado por centinelas. Un día los guardianes negaron a una madre y su hija el agua. La niña falleció y la madre maldijo el lugar.

A partir de ese día una maldición cayó en el lugar y un torrente de agua arrasó con la población. Los pobladores urgieron la intervención de Dios por medio del franciscano Fray Luis de Bolaños “quien conjuró la catástrofe, parando las aguas y conformándose de esta manera el lago que más tarde llevaría el nombre de Ypacaraí”.

Continúa el relato de esta historia, en el nuevo lago encontraron un nicho de cuero con la imagen de la Virgen María, imagen que posteriormente fue llevada a Caacupé, según leemos en la página de Mitos y Leyendas del Paraguay

También cuenta esta historia que cuando los conquistadores descubrieron el lago consultaron a los aborígenes el nombre y éstos le respondieron Y-Pa-Caraí. Ypa significa lago, Caraí es Señor.

De acuerdo a la mitología guaraní, dice el profesor David Galeano, el nombre antiguo del lago fue Tupãykuá o el lago de Tupã, ya que Arigua que significa parte alta o cima y que hoy es conocida como Areguá, es en la mitología de Narciso «Rosicrán» R. Colmán el paraíso terrenal donde después de casarse bajaron Tupã (que vivía en el sol) y Arasy (que vivía en la luna).

En Arigua, Tupã hizo dos imágenes de barro el de un varón (Rupavẽ) y una mujer (Sypavẽ) parecidos a Adán y Eva. Para hacer las imágenes el Dios Supremo, Tupã, usó el célebre barro de Areguá, el agua de su lago Tupãykua (hoy, Ypacaraí), la savia de la planta llamada ka’a ruvicha y la sangre del ciempiés, menciona David Galeano.

El lago Ypacaraí está ubicado a 37 kilómetros de Asunción entre el departamento Central y Cordillera. Está inmortalizado por canciones como Recuerdos de Ypacaraí de Zulema de Mirkin y Demetrio Ortiz.

Actualmente el descenso de las aguas y la contaminación desdibujan la belleza de este recurso natural que es tan admirado por los paraguayos y extranjeros.