Algunas de las consecuencias de este hábito de no levantarse de una son la pérdida de memoria, menor capacidad de reacción y disminución del rendimiento durante la jornada. Los expertos recomiendan que como mucho se programen dos alarmas al día.
«Tan importante es dormir la cantidad de horas necesarias, que varían de una persona a otra, como tener un sueño profundo y continuado. Fragmentar los ciclos provoca consecuencias diurnas a todos los niveles», refirió Francisco Segarra, experto en Medicina del Sueño de la European Sleep Research Society (ESRS).
Aclararon que ni siquiera una buena taza de café o una ducha, van a evitar luego de que la mente esté somnolienta o de mal humor o con la sensación de cansancio.
Aunque la verdadera recomendación es intentar despertar de manera natural, sin las alarmas. Otra recomendación es acostarnos solo cuando tenemos sueño.
El organismo está preparado para dormir de noche y despertar al amanecer, aunque fue la luz artificial lo que dañó este proceso. «Forzar la hora de acostarnos o la de despertarnos puede alterar los ritmos biológicos circadianos», refiere la investigación que publicó el portal El Mundo de España.
Algunas recomendaciones para un óptimo y reparador descanso son:
- Establecer un horario regular para acostarse y levantarse.
- Si se tiene el hábito de dormir la siesta, esta no debe durar más de 45 minutos.
- Antes de acostarse, 4 horas antes no se debe ingerir ni alcohol o haber fumado.
- Tampoco, en ese lapso, se debe comer picantes, alimentos pesados o con alto contenido de azúcar.
- 6 horas antes, se debe evitar tomar café, té, gaseosas o chocolate.
- Se debe realizar ejercicios durante el día, pero no antes de dormir.
- También es sumamente importante una cama confortable.
- La habitación debe tener una buena ventilación y una agradable temperatura.
- Se debe eliminar al máximo el ruido y la luz en la habitación.
- Y se debe recordar que la habitación solo debe ser utilizada para el sueño y para el sexo, y no para reuniones, lugar para trabajar u ocio.