Una turba llegó hasta la sede diplomática de Estados Unidos en Bagdad, capital de Irak. Los iraquíes acusaron a los estadounidenses como los responsables de atacar con bombas una base militar de Irak.
Por ende, quemaron banderas de Estados Unidos y arrancaron los circuitos cerrados de la sede diplomática, exigiendo que el Parlamento disponga la expulsión de los diplomáticos de ese país. El Primer Ministro aclaró que cualquier agresión o hecho de vandalismo «será duramente castigado con la ley».
El último fin de semana, los estadounidenses habrían bombardeado una base iraquí en represalia al asesinato de un ciudadano norteamericano. En la ocasión murieron 25 soldados del país de Oriente Medio.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente Donald Trump escribió: «Iran mató a un contratista americano e hirió a otros tantos. Respondimos duramente, y siempre será así. Ahora Irán está orquestando un ataque contra la Embajada de Estados Unidos en Irak. Ellos serán los completos responsables. Además, esperamos que Irak use sus fuerzas para proteger la sede diplomática. ¡Están notificados!».