Un monje budista de 49 años que vivía en un templo en el noreste de Tailandia fue hallado muerto.
En una choza instalada en medio del predio, se hizo de tiempo para jugar con su celular, mientras fumaba, bebía café y cargaba su dispositivo. «Estas prácticas están prohibidas en el templo», informó el diario RT.
Sus compañeros, a quienes les llamó la atención su ausencia, decidieron visitarlo en su espacio en donde lo hallaron muerto con sus brazos colocados como si aún agarrara el celular.
La Policía intervino y determinó que el deceso de esta persona se debió a una descarga eléctrica del cable del cargado que estaba utilizando. «Trascendió que el monje se quejaba en sus últimos días de que su cargador estaba roto», continuó el reporte del medio.
