Una mujer denunció en un grupo de Facebook que su hijo de 10 años se hizo un tatuaje dedicado exclusivamente a niños.
«Duran dos semanas y están hechas de tinta vegetal, según ellos», escribió la usuaria.
Ella ya sabía que su hijo, años atrás, demostró no tener ningún tipo de reacción alérgica a estos productos.
Sin embargo, 10 días después de la sesión de este año, una infección afectó la zona tatuada. «Le empezó a doler mucho y quedó como si fuese una quemadura», relató la mujer mostrando las imágenes.
Es más, la tinta se corrió a otras zonas de la pierna luego de que haya chocado un objeto. Estas partes también están inflamadas y con un tono rojizo.
«Por favor cuidado con estos tatuajes con los niños ya que a cada rato estamos yendo al médico porque no aguanta el dolor. Está con antibióticos ahora», finalizó la madre.
En la caja de comentarios postearon las recomendaciones de una dermatóloga que habló sobre «los inocentes tatuajes de Henna». Explicó que esta sustancia se realiza con las hojas de henna que se secan, se trituran hasta hasta formar un polvo que se lo oscurece con parafenilendiamina (PPD) que es un colorante sintético.
«La henna en sí es poco alergénica, pero el PPD tiene un alto poder sensibilizante, produciendo diferentes formas de dermatitis de contacto», explicó la profesional. Quizá la primera vez no produzca ningún tipo de efecto, sin embargo, sensibiliza la piel por lo que en la siguiente ocasión, se genera una reacción alérgica.