Una angustiante situación es la que atraviesan docentes y alumnos del colegio Adela Speratti de la capital.
Desde el año pasado se encuentran realizando refacciones en las instalaciones, pero las obras son paralizadas en cualquier momento y sin ningún motivo, por lo que son de nunca acabar.
Para el efecto, se utilizan los fondos del FONACIDE. Se supone que las obras debían agudizarse durante las vacaciones y estar culminadas para el comienzo de clases, pero por sin explicación alguna, los trabajos simplemente no se realizaron.
A poco o nada de que los niños regresen, la institución no cuenta ni con aulas ni con baños.
Piden una semana de tiempo para culminar por lo menos 8 salas de clase y algunos baños para que se pueda iniciar el año lectivo.