El jueves pasado, durante su rueda de prensa diaria sobre la evolución de la crisis del coronavirus en el país del norte, el presidente Donald Trump, se preguntó si no sería una buena idea inyectar en el cuerpo de los pacientes de covid-19 desinfectante o golpearlo con una “tremenda luz ultravioleta”, dada la eficacia de uno y otra a la hora de liquidar al patógeno.
Sus desafortunadas declaraciones pusieron los pelos de punta a miembros de la comunidad científica, quienes alertan a la población contra el peligro de tomar al pie de la letra las palabras del presidente. Y hasta un fabricante de populares productos de limpieza y desinfección, ha emitido un comunicado desaconsejando dichos experimentos.
Mientras que, las autoridades de emergencias envían alertas a los ciudadanos para pedirles que no beban desinfectante, después de haber recibido más de 100 llamadas preguntando sobre su posible consumo como tratamiento para la covid-19 en el Estado de Maryland. “Este es un recordatorio de que bajo ninguna circunstancia ningún producto desinfectante debería ser administrado al cuerpo, vía ingestión, inyección o cualquier otra ruta”, expresó la agencia de emergencias, a través de su cuenta de Twitter.
Con un tono más desesperado, el servicio de emergencias del Estado de Washington, advirtió a través de Twitter: “Por favor, no coman pastillas de detergente ni se inyecten ningún tipo de desinfectante”.
Tras la polémica generada, el propio Trump salió a decir que sus afirmaciones fueron en tono de broma, sin embargo, la alarma ya está encendida.