Xiao Bao (Pequeño Tesoro) es el protagonista de esta historia que aguardó por meses a su dueño Zhu Youzhen de 65 años. Él ingresó por complicaciones a causa del coronavirus en un hospital de Wuhan, China.
Mientras transcurrieron los días, semanas y meses, el personal del hospital lo alimentó hasta que las restricciones en Wuhan se flexibilizaron el 13 de abril, momento que fue llevado por el propietario del kiosco instalado dentro del hospital. Este lo bautizó como Xiao Bao.
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«El dueño falleció, pero el perro no lo supo y quedó en el hospital, buscándolo. Nunca abandonó el hospital. Fue increíblemente emotivo y un gran gesto de lealtad», comentó su nuevo dueño.
El can fue atendido por veterinarios y esterilizado. La esfuerzos se centran en encontrarle un nuevo hogar.
Hasta la fecha en Wuhan murieron cerca de 3.900 personas por el coronavirus, informó The Mirror.