Las pruebas clínicas en 38 voluntarios inició el pasado 18 de junio, y tenía como objetivo evaluar la seguridad de la vacuna, la cual se consiguió en esta primera etapa.
Algunos de los voluntarios sufrieron reacciones posvacunales, como ligero aumento de temperatura y dolores de cabeza, los cuales desaparecieron por sí sola durante el día, según los investigadores de la Universidad Estatal Médica de Moscú Séchenov.
Las personas inyectadas serán dadas de alta y monitoreadas durante 6 meses, en ambientes donde circula el virus, para probar una posible inmunidad.
La vacuna fue creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, está compuesta por un polvo para preparar una disolución, y es administrada por vía intravenosa, Según reporte de RT.