«La situación honestamente es calamitosa, hay más de 50.000 afectados, comercios cerrados y se vive prácticamente de ollas populares», dice uno de los ciudadanos al ser consultado por la crisis sanitaria en Ciudad del Este.
Los comerciantes son uno de los sectores más golpeados por la crisis y en especial en Alto Paraná. Explican que no hay compradores y que la falta de estrategias estatales los hace sucumbir durante la pandemia.
La mayoría de los puestos se ven cerrados, porque aunque puedan abrir no hay circulantes y menos compradores. «Esto está muy crítico, no ha mejorado nada, cada día es peor», señala otro de los trabajadores.
Si bien el Gobierno habilitó los créditos Fogapi, esta posibilidad se queda en mera intención, según los solicitantes no son créditos inmediatos y mucho menos accesibles.