Marcelo Rivas, chofer de la Línea 23, reconoce haberse adelantado frente a un automóvil y este frenó bruscamente. En el siguiente semáforo, lo tomó por sorpresa que el automovilista baje para reclamarle.
Rivas le permitió ingresar a la unidad porque pensó que por su vestimenta de profesional de salud, dialogarían. No obstante, fue agredido por esta persona sin importar el tránsito.
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El chofer cerró las puertas del bus y se movilizó con dirección a la comisaría más cercana. En el camino continuaba siendo agredido hasta que Rivas se incoporó de su asiento para defenderse y retener los ataques del violento.
El hecho pasó a manos de un juez de Faltas. Según Rivas, el sujeto nunca se disculpó y quiso ofrecer G. 500.000 como indemnización, sin embargo, para el afectado es una suma insuficiente. El hecho quedó captado por imágenes de circuito cerrado.