El informe toxicológico de Lucas González, conductor que atropelló y mató a un niño de 11 años en Ciudad del Este, arrojó que el joven conducía con 2,06 mlg de alcohol en la sangre y la presencia de cocaína.
Ante este resultado, el Ministerio Público amplió la imputación por exposición al peligro de tránsito terrestre, daños a cosas de interés común, homicidio culposo y obstrucción al resarcimiento por daños.