Una familia de Salta, provincia homónima, está destrozada luego de que su pequeño de cuatro años fallezca el viernes pasado tras pasar días internado tras consumir un alimento en mal estado.
Al principio del mes, el pequeño fue a un local de comida rápida. «Luego de comer el pancho empezó con dolor de panza, luego desarreglos y vomitó. Yo pensé que se le pasaría, lo llevé al hospital, le pusieron un calmante y nada. Seguía peor», comentó la mamá del pequeño.
Pasaban las horas y el cuadro empeoraba con vómitos, por lo que decidieron derivarlo a un hospital de mayor complejidad. Allí detectaron dos bacterias que ingresaron a su organismo: adenovirus y rotavirus. Estos patógenos son comunes en carnes mal cocidas, huevos o en las verduras sin lavar correctamente.
Al sexto día el daño a los riñones era irreparable, detalló la mujer. «El dia 10 dejó de hacer pis, al día siguiente entró a terapia y empezaron a realizarle diálisis. Todo esto le causó ese maldito súper pancho», acotó según Clarín.
Lastimosamente, al día siguiente, el pequeño falleció. Si hubiese sobrevivido iba a quedar con un cuadro renal crónico por lo que iba a depender de por vida de diálisis. «Quizás Dios no quiso que sufriera y decidió llevarlo con él», reflexionó la madre.