Amado Martínez López estuvo involucrado en la seguridad de un hospital privado de Pedro Juan Caballero para velar por un peligroso narcotraficante del Comando Vermelho, Kelvis Fernando Rodríguez, el 30 de mayo pasado. Aceptó una bebida que le dio este sujeto y cayó dormido porque tenía un relajante.
Fue investigado por presunta fuga de reos y separado de su cargo por un sumario administrativo. Al iniciar el proceso judicial, fue desafectado del Ministerio de Justicia hasta que el 28 de diciembre una jueza dispuso su sobreseimiento provisorio.
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Martínez solicitó su reincorporación que fue aceptada por la entidad pública, generando polémica. Rubén Maciel, viceministro de Justicia, comentó que ahora continuará el sumario y que no hay impedimento judicial para que él retorne a su trabajo ya que se presume su inocencia.
Pero eso sí; «desde el Ministerio de Justicia creemos que sí incurrió en una falta grave que ameritaría el despido, pero eso dependerá de dictaminar un juez instructor de la Función Pública», aclaró.
