Si fuese por el neumólogo José Fusillo, él invertiría dinero en la compra de vacunas ya que son las esperanzas más mediata para frenar el avance del virus del coronavirus.
Nadie niega que un país deba contar con una importante cantidad de camas de terapia intensiva, pero también es necesario invertir en personal que puedan atender esas camas.
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La sobrecarga a los terapistas como es en el caso de Reino Unido en donde, según informes, una enfermera debe atender a cuatro pacientes en terapia intensiva, siendo que la recomendación es una enfermera por paciente, solo aumenta el índice de mortalidad en cuidados intensivos.
Por su parte, el Dr. Fusillo pidió consciencia mientras llegan las vacunas con la aplicación de las medidas de prevención en la rutina: lavado constante de manos, distanciamiento físico y uso de tapabocas. Refirió además que en los hospitales públicos se está trabajando al límite de la capacidad.