“Duele ver esto”, entre lágrimas expresaba estas palabras una madre que debe de enviar a su hijo a la escuela Carolina Romero del barrio Industrial de San Lorenzo, la cual se encuentra en un calamitoso estado.
Conexiones eléctricas precarias, aulas sucias y sin mobiliario educativo, serán las circunstancias en la que en semanas más dicha institución recibirá a los alumnos.
Los padres lamentan que en un año no se pudo arreglar las instalaciones y aseguran que es inviable implementar el protocolo sanitario.
