Dos meses después de que le trasplanten dos pulmones, una paciente con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) falleció por covid-19. Este hecho ocurrió en Michigan, Estados Unidos y es un llamado de atención para reforzar los controles.
Se descubrió que la donante cadavérica contrajo la enfermedad aunque las pruebas de hisopado a la nariz y garganta dieron negativo. El virus se albergó en lo más profundo de sus pulmones y causó esta tragedia.
Para los doctores es un caso aislado porque es uno en 40.000 trasplantes hechos en el 2020. De igual forma, deja un antecedente para alentar a un control más riguroso ya que si bien pasa con muy poca frecuencia, los riesgos que acarrea son altos e incluso fatales como es este caso.
“No hubiéramos usado los pulmones si hubiéramos tenido una prueba de COVID-19 positiva”, aclaró uno de los intervinientes.
Se desconoce si el coronavirus afecta al corazón, hígado, riñones y demás órganos que podrían afectar a un receptor en caso de trasplante.
“Cuando se trata de los pulmones, los especialistas deben analizar muestras del tracto respiratorio inferior del donante, así como de la nariz y la garganta. No obstante, la obtención y el análisis de esas muestras de los donantes puede ser difícil de llevar a cabo de manera oportuna. Además, también existe el riesgo de introducir una infección en los pulmones donados”, acotaron, según el portal TN.