Jean Wodnicki, presidenta de la asociación de propietarios de Champlain Towers South en Miami, remitió una carta el 9 de abril pasado a los propietarios de los departamentos.
Ella alertó que «el deterioro del concreto se estaba acelerando» y por ende el daño «se multiplicaría exponencialmente». También comentaron «que el techo empeoró» tras la inspección del 2018.
«El daño observable, como en el garaje, ha empeorado significativamente desde la inspección inicial (…) Cuando se puede ver visualmente el concreto agrietado, eso significa que la barra de refuerzo que lo mantiene unida se está oxidando y deteriorándose debajo de la superficie», escribió Wodnicki.
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Con esta carta se intentó de explicar una obra en el edifico que en 2018 se estimaba por valor de USD 9 millones se disparó a casi USD 16 millones tres años después.
Previamente, en 2018, un consultor de ingienería, Frank Morabito, evaluó el edificio y constató «abundantes gritas» y «desprendimientos en el estacionamiento subterráneo».
Además de eso, hallaron graves daños en la losa de concreto debajo de la plataforma de la piscina que ya había superado su vida útil. También reportaron problemas en la entrada que estaban «causando un daño estructural importante a la losa estructural de concreto debajo de estas áreas».
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Muchos de los que sobrevivieron al derrumbe aseguran que en aquel entonces se les dijo que el edificio estaba «en muy buenas condiciones», según la BBC. No está claro si los elementos señalados en la carta de Wodnicki están vinculados con el derrumbe.
Chaplain Towers South es un condominio de 12 plantas y más de 100 apartamentos. El edificio fue terminado en 1981. El jueves 24 de junio se derrumbó y hasta este martes hay 11 muertos y 150 desaparecidos, entre estos un matrimonio, sus tres hijos y la encargada de servicios, los seis paraguayos.
