El Director del IPS Ingavi Ricardo Olmedo comentó para NPY su versión de los hechos y sostuvo que no se trató de una pelea entre los médicos y parientes, sino que más bien de una agresión hacía los profesionales.
“La doctora cayó al suelo, al punto de recibir patadas, puñetazos y arañazos”, sostuvo. Comentó que todo inició porque pidió a los familiares que se retiraran de la sala donde se encontraba el internado que hace unos días había salido de UTI. Sin embargo, en ese momento se dio una discusión lo que derivó en los golpes, expresó que los demás médicos solo trataron de defender a su colega.
Alegó que la denuncia ya fue hecha. «Voy a llenar de guardias el hospital, no va a ser más simple llegar a las salas y voy a tener que cerrar los portones. No puede ser que uno llegue a su trabajo y sea brutalmente agredido como lo fue esta doctora”, aseveró.
Además, comentó que la cámara de seguridad no estaba situado exacto en el lugar de la agresión por lo que no es material contundente, más sí el informe policial que consta los hematomas y golpes que sufrió la personal de blanco.
Por su parte Luz Molas, hija del hombre internado dio su versión y dijo que en realidad ellos hablaban amablemente con la doctora, hasta que llegó un médico que se apropió del celular de su acompañante que grababa la conversación y que posteriormente la doctora comenzó a gritar que era agredida.
“No tenía derecho de quitarme mi carnet de acceso y muchos menos apropiarse del celular”, sostuvo. Negó rotundamente que existiera agresión física, pero sí un forcejeo para recuperar el aparato de comunicación.
Asimismo, solicitó la cámara de seguridad, ya que alega que todo quedo registrado en el circuito cerrado que daba frente mismo a donde se dio el incidente, declaró.