La PMT de Capiatá incautó desde enero a mayo 650 caños de escape de tipo boca 0 y 8. Los mismos provocan estridentes ruidos en toda la ciudad.
Es por eso que el martes destruyeron estos tubos en cumplimiento con los manuales de procedimientos de acuerdo a infracciones cometidas por los conductores que está estipulada en la Ley 3966/10.
A través de decibelímetros, los funcionarios municipales detectan los ruidos que están por encima a lo que estipula la ley que regula la polución sonora.
«Con este tipo de procedimientos, se busca concienciar a los motociclistas sobre los daños ambientales que producen estos sonidos, perjudicando no solo a aquellos que viven en sectores de mayor circulación, sino a la ciudad en general», refirieron.