El reporte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) detalla que en ninguno de los 6 puntos de muestreo del lago se detectaron cliformes fecales, sin embargo, en los arroyos afluentes como el Yukyry, Pirayú, Capiatá, San Lorenzo e Ypucú, el nivel de coliformes es elevado, pero en gran medida son depurados antes de ingresar al lago.
Estas actividades de monitoreo y muestreo se realizan trimestralmente a cargo del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas, contratado por Itaipú Binacional.
El objetivo de este trabajo trimestral es recabar información acerca del impacto sobre los sistemas acuáticos de las prácticas agrícolas, domésticas, industriales y otras que se desarrollan en la zona por las evidencias de contaminación antrópica en el Lago Ypacaraí.
El MOPC señala que, además de registrarse mayor transparencia y disminución de la turbidez, el aumento progresivo de la densidad y diversidad zooplanctónica es una señal de «verdadera recuperación» del ecosistema del lago.
Sin embargo, la elevada concentración de elementos como el fósforo y nitrógeno, continúa latente el riesgo de floraciones de cianobacterias para el verano.
Renato Máas, de la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca, explicó que se mantuvo en un nivel estable el agua desde hace 280 días y aseguró que esto fue posible gracias a la instalación del muro de las geobolsas.
«Esto permite que los humedales amplifiquen su poder depurativo por la acción de la vegetación existente, las algas filamentosas y otros organismos que habitan esos ecosistemas», dijo.