La propietaria de una despensa en Luque contó con mucha impotencia el perjuicio que le causó una adolescente, ya conocida en el barrio por hurtar. Explicó que es la segunda vez que la ve desde el circuito cerrado robándole.
En esta ocasión se robó aproximadamente G. 1 millón de la caja registradora, con suma destreza se monta desde la ventana y en cuestión de segundos realiza el golpe, lo irónico es que tras le hecho pulsa el timbre y se da la fuga.
Indicó, que a pesar de que es demorada, los agentes no pueden privarla de su libertad debido a que es menor de edad y tampoco hay organismos que tomen acción al respecto.