Los comerciantes de la zona mencionan que el cierre de la frontera fue muy perjudicial para ellos y que esperan con ansias la decisión de las autoridades argentinas para abrir el paso y se reactive la economía.
El puente solo puede ser cruzado por argentinos hacia el lado paraguayo pero cumpliendo los requisitos sanitarios.
Tras un año y nueve meses de cierre el movimiento comercial en la zona es nulo y los comerciantes venden sus productos a los camioneros y custodios del paso fronterizo.