Bajo la intensa lluvia y en el charco sin un techo quedaron varios niños y adultos de la comunidad de nativos de Caaguazú, tras un enorme y aparatoso despliegue policial.
Los indígenas manifiestan que el predio ocupado son parte de sus tierras ancestrales, ya que ahí está enclavado el cementerio de sus antepasados.
El inmueble figura a nombre de una sociedad de menonitas afincada desde hace varios años en las inmediaciones.
Por su parte El Seminario de Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos repudió el acto de desalojo y solidarizó con los indígenas afectados por el desalojo este jueves.