Un hombre seguro pensará dos veces para volver a piropear, puesto que fue atacado violentamente en la noche de este domingo por los familiares de una joven, precisamente por decir algo a una mujer que transitaba sobre la avenida Lillo y Bernardino Caballero.
Al menos 6 hombres destrozaron la casilla donde estaba el funcionario y posteriormente lo agredieron brutalmente. Fue trasladado hasta un centro asistencial y se encuentra fuera de peligro.
El trabajador sostuvo que a su consideración su piropo no fue grave y no ameritaba esa reacción.