Vecinos de barrio San Antonio de Capiatá están hartos de la falta de suministro de agua. Indican que la propietaria de la aguatera local hace oídos sordos a los reclamos.
El problema ya es desde diciembre, llegando incluso a días en que no hay agua las 24 horas y otros días en que recién llega el líquido vital a las 23 horas y deben juntar en balde porque ya en horas de la madrugada vuelve a cortarse.
«Estamos sufriendo sin agua, hay adultos mayores, niños y no somos animales», indicó una de las pobladoras. El problema alcanza a una cuadra entera del barrio, sostienen que las facturas llegan, que pagan el servicio, pero que el problema aparentemente es el motor, piden a la dueña que dé la cara.