El día a día de un vendedor es difícil, no cuentan con un sueldo seguro, por lo tanto, ganar el pan de cada día es aún más desafiante y el hecho de que te roben tus herramientas de trabajo significa un golpe muy duro.
Don Mario Ortellado recibió la visita de delincuentes a su puesto de lomitos el pasado viernes y solo 3 días después despertó con la ingrata sorpresa de que lo volvieron a hacer.
«Me vaciaron ya otra vez mi puesto en 3 días me volvieron a robar, no se puede vivir con tanta inseguridad».
Los delincuentes ingresaron en la madrugada de este lunes al puesto de lomitos ubicado en pleno centro de Areguá, forzaron el acceso, se alzaron con un equipo de sonido, celular, y mercaderías y hasta tuvieron la osadía de comer en el sitio.