Una casa parroquial ubicada en el barrio Universitario de Mayor Otaño, fue visitada y no precisamente por fieles.
Supuestos malvivientes ingresaron a la oficina del párroco y se alzaron con G. 800.000 y una notebook. El afectado recién se percató una vez culminada a misa, tras hallar la puerta forzada y e destrozo a su alrededor.
E cura lamentó la extrema inseguridad y el avance delincuencial, que no respeta si quiera lugares sagrados, alegó.
Hasta el momento no fueron identificados los responsables.