Varios pasajeros reclamaron en contacto con NPY largas esperas de los buses que, cuando llegan, están abarrotados hasta las estriberas.
Consideran que existen reguladas por parte de las distintas líneas que esperan durante prolongados lapsos para ir a trabajar.
Una usuaria reclamó que la Línea Loma Grande pasó de cobrar G. 3.000 a 3.600 sin previo aviso ni comunicación oficial.
El viceministro de Transporte, Víctor Sánchez, dijo días pasados que la situación no se debe a reguladas sino más bien a «sobredemanda» del transporte público.
