La víctima es Blas Antonio Martínez Aguirre de 36 años quien prestaba servicios en filas de la Policía Municipal de Ciudad del Este y también hacía parte de la reserva activa de la Marina de la zona.
Su propia hija, una menor de 13 años, fue quien encontró su cuerpo en la habitación del inquilinato donde residía en el Km. 8 Monday de Ciudad del Este.
La niña fue hasta el lugar el domingo de Pascuas como su padre no atendía el teléfono y tampoco envió los mensajes como hacía habitualmente hasta encontrarse con la terrible escena; el cuerpo de su padre bañado en sangre y el lugar totalmente desordenado.
Las autoridades constataron en el cuerpo 10 heridas producidas por arma blanca que quedó en el lugar. Del sitio desaparecieron su motocicleta, un televisor y su teléfono celular.
El fiscal de turno Alcides Giménez señaló que trabajan en base a dos hipótesis pero el crimen con fines de robo es la más fuerte por la forma en que encontraron el lugar y el ensañamiento podría haber sido porque el joven se resistió y peleó contra sus atacantes, que serían dos personas ya que en un patio baldío colindante fueron encontrados dos pares de zapatillas y algunas prendas de vestir con manchas de sangre.
El crimen habría ocurrido en la madrugada del domingo y lo que llama la atención es que la puerta no fue violentada.
La víctima tuvo un conflicto conyugal situación que también es tenida en cuenta por los investigadores aunque la primera presunción es que se trató de un homicidio con fines de robo sin descartar la segunda posibilidad de un muerte en venganza por una cuestión pasional por lo que esperan reunir más elementos para aclarar el trasfondo del crimen.
Compañeros de trabajo y superiores recordaron a Martínez como un agente ejemplar.