El hecho se dio en una bodega ubicada en el barrio San Vicente en Limpio, donde un delincuente fingió ser un cliente.
El joven empezó a citar algunos productos a la funcionaria, y al acercarse para entregar el pedido, el asaltante desenfundó un arma y exigió la recaudación a la cajera.
Ante el miedo, la víctima le entregó el dinero y posteriormente el hombre huyó. Hasta el momento se desconoce el monto robado.
La Policía revisó el circuito cerrado, pero debido al uso de un gorro y tapabocas no pudieron obtener la imagen del rostro del asaltante.
Pese a que actuó de manera solitaria, los agentes no descartan que haya complicidad.