Mario Arraga Urdaneta, gerente de Finanzas de Emtrasur, aclaró que el avión fue conseguido en febrero de parte de Mahan Air, aerolínea iraní y que está sancionada por el Gobierno de Estados Unidos.
«Como parte de la adquisición, vino un paquete logístico y servicios de la capacitación», explicó Arraga.
La única aeronave con la que cuenta Emtrasur está varada en Argentina. Sobre la misma no pesa sanción, según el funcionario.
«Nosotros tenemos personería jurídica propia y sobre Emtrasur y nuestra aeronave no pesan sanciones», acotó.
En materia de rentabilidad, para Emtrasur sí fue rentable realizar esa operación de carga pasando por Caracas, Aruba, Ciudad del Este y finalmente Argentina ya que partieron desde la capital de Venezuela en donde obtienen beneficios con el costo de combustible y más aún por ser una empresa del Gobierno.
Negó que el transponder haya sido apagado en medio del vuelo ya que estaban en una fluida conversación las torres de control. «Todas esas voces quedan grabadas en la cabina del avión y en el controlador aéreo. Es fácil de comprobar eso», refirió el gerente.
Con relación a la tripulación vinculada supuestamente a grupos terroristas como el Hezbolá, Arraga dijo que a ellos no le consta y que fueron los instructores provistos por Mahan Air y que cada rato van rotando estos profesores.