La directora de un centro educativo de Capiatá fue alertada sobre un estudiante que tenía en su poder un arma de fuego y una cantidad importante de dinero, por lo que la autoridad comunicó el caso a la Policía.
Los uniformados fueron a cerciorarse de la situación y tras revisar la mochila del estudiante de 18 años hallaron un arma de aire comprimido, G. 7 millones y un vapeador muy costoso.
El joven expresó a los uniformados que el dinero lo había estado ahorrando desde hace mucho y decidió traerlo a la institución para impresionar a una compañera. Agregó que su padre le envía dinero desde España y su abuelo lo ayuda económicamente.
Manifestó además que el arma no era de su propiedad, y que probablemente alguien lo habría metido en el interior de su bolso.